El agente emprendedor: ¿Cómo cultivarlo?
De nuestra industria he notado que muchos han acumulado experiencia vendiendo otros productos, han trabajado por su cuenta, o han iniciado un micro-emprendimiento y negocio propio, sea informal o formal. Para algunos es más natural que para otros, lo ideal es que lo vayamos cultivando de manera consciente.
Unos aprenden haciéndolo, poniendo manos a la obra, metiéndose directo en la cocina, metiéndose las manos en el fuego, tomando acciones en el momento y dejan todo fluir. Yo lo aprendí en un curso de Emprendimiento desarrollando el business model de un programa vivencial que tenía en mi cabeza para maestros de inglés de otros países basado en distintos niveles de inmersión práctica y contacto con la cultura canadiense.
Desde luego, lo aprendí tomando las riendas de mi vida al decidir emprender mi viaje educativo a México, al vencer mis miedos y al conocerme hasta las entrañas. Me gusta tomar el riesgo moderado, en el mejor de los casos respaldado por una buena planeación estratégica o por un vínculo de confianza, no soy igual de abierta con todo el mundo, pero tampoco soy introvertida, me gustan las relaciones públicas, los debates y el impacto social, pero a veces me desmotivo si no se me dan las cosas cómo esperaba.
Necesito aprender de los que toman acciones de manera más espontánea, de los que son más constantes en el deporte y algo que he visto es que el espíritu deportista ayuda para el sentido de competencia.
Mientras tanto, tal vez ellos pueden aprender algo de mí, por ejemplo de redacción, de investigación, de pensamiento crítico para que en conjunto fomentemos el espíritu emprendedor dentro de la industria, al igual que la creación de startups para un ecosistema sólido: hay un gran potencial en la industria de la Educación Internacional para emprendimientos en el sector desde distintas perspectivas que deben englobar servicios y productos para estudiantes internacionales, sus familias, staff de escuelas y asesores de educación internacional:
a) cursos, editoriales y libros;
b) incubadoras, levantamiento de capital y franquicias;
c) tecnología y apps;
d) apoyo psicológico y de integración, de nutrición y alimentación; estilo de vida saludable;
e) servicios financieros y servicios médicos;
f) ropa, jerseys, accesorios, souvenirs, mochilas, maletas como los que hemos visto en las grandes tiendas universitarias en el mundo;
g) agencias de hospedaje, habitaciones y residencias estudiantiles;
h) entretenimiento y hobbies, regalos personalizados;
i) coaching y consultoría;
Cabe mencionar que las agencias educativas en México, LATAM y otras partes del mundo tienen todo el potencial de convertirse no solamente en un lugar de reclutamiento de estudiantes en el extranjero, sino también de puntos de atracción de estudiantes internacionales en el país al estilo de un centro de información turística con una dirección bilateral, es decir tanto para enviar como para recibir a estudiantes.
Entiendo el auge de la psicología positiva para efectos del manejo del personal, de su productividad y de su motivación, la cual claramente se enfoca en tus fortalezas donde se siente súper bonito el éxito, tus logros, tus ventas, te sientes un héroe, pero ¿estamos listos a afrontar los fracasos y sabemos adaptarnos a los cambios tan bruscos si no hemos trabajado también en nuestras debilidades? No, no creo, seamos realistas, para fomentar el espíritu emprendedor necesitamos convertirnos en unos seres soñadores, en diseñadores, en gente que toma riesgos, que actúa en el momento, pero también en seres pensantes y críticos para aprender a pensar “outside the box”.
Ayudamos a nuestros estudiantes a cumplir sus sueños, pero como dice el dicho: ayúdame a ayudarte. Hagamos un trato: a cada tres fortalezas que hayamos detectado para expandir nuestro potencial al máximo, procuremos mejorar una debilidad a mediano y una a largo plazo, puesto que incomoda bastante trabajar en tus defectos y es el mayor reto, claro, sin perder el enfoque positivo que lo haces para mejorar como profesionista y como ser humano. Creo firmemente que venimos a este mundo para aprender unos de otros a las buenas o a las malas.
Propongo abiertamente autoanalizarnos, hacer un ejercicio de retrospección personal (self-reflection), luego armar seminarios de emprendimiento y mejora continua basada en nuestras fortalezas y debilidades, viendo las fortalezas como nuestro enorme potencial, nuestros objetivos, nuestra idea, nuestra inversión y las debilidades como los obstáculos, los impedimentos, las barreras mentales, la falta de tiempo que nos detiene para lograrlo buscando un avance personal y profesional adaptado a nuestro carácter y personalidad.
Como profesionistas en Educación Internacional, les sugiero que nos preguntemos qué nos gustaría estudiar y continuemos haciéndolo, encontremos tiempo para estudiar, para intercambiar conocimiento, consejos y experiencias, para vencer los obstáculos que nos detienen, para tomar aunque sea micro-credenciales.
A mí en lo personal, en esta etapa de mi vida, en la que por fin encontré mi vocación y mi lugar en la industria de Turismo educativo, les comento que me fascinan Innovación Educativa, Impacto Social, Modelos de negocios innovadores y Migration Management, es más, después de mi enorme búsqueda de programas y planes de estudios, sin demeritar ninguna escuela, después de una licenciatura y dos maestrías, cursos cortos, licenciatura en lengua y literatura hispanoamericana, grados académicos, prácticas de periodismo en revistas digitales, seminario de verano para profesores de español como lengua extranjera en primaria, reconstrucción sonora en un seminario de verano de antropología urbana, viajes por el mundo, llegué a la franca conclusión que necesito diseñar mi propio proyecto educativo a la medida acompañando cada etapa de mi vida, de acuerdo a lo que me apasiona aprender combinado con lo que más me cuesta mejorar para tomarlo como un desafío y como un emprendimiento en lo personal y en lo profesional. Hagámoslo juntos, educational nomads.
Let´s take International Education industry to the next level.
Por: Violeta Petkova.